Un lector asiduo visitante de la biblioteca, con quien siempre conversamos de arte, una vez me dijo: — Hay artistas sin arte.
Me identifiqué profundamente con esa frase, asentí con la cabeza en silencio... y me quedé pensando.
A la semana siguiente le llevé tres de mis cuadros como ejemplo y que sirvieron para corroborar la acertada reflexión.
Oleos sobre tela.
"Biblioteca Gustavo Riccio"