" Tal humorismo se hacía particularmente claro cuando era Kafka mismo quien leía sus obras. "
Max Brod y Franz Kafka |
Max Brod, su más íntimo amigo y notable escritor y crítico, djo de Kafka:
"En la conversación íntima se le soltaba asombrosamente la lengua, llegando a entusiasmarse, a ser encantador. las bromas y las risas no tenían fin; reía a gusto y cordialmente y sabía hacer reír a sus amigos".
"Quiero señalar lo que se olvida fácilmente cuando se contempla la obra de Kafka: su pliegue de alegría del mundo y de la vida".
Y subraya:
"Tal humorismo se hacía particularmente claro cuando era Kafka mismo quien leía sus obras. Por ejemplo, nosotros los amigos estallamos en risas cuando nos hizo conocer el primer capítulo de "El Proceso". Y él mismo reía tanto que por momentos no podía continuar leyendo. Bastante asombroso si se piensa en la terrible seriedad de ese capítulo. Pero sucedía así".
"Aún las escenas más crudas de la obra de Kafka ("Colonia Penitenciaria", "Apaleadores", etc.) se ubican bajo una rara media luz entre el interés analítico y la moderna ironía. Ese humor, ingrediente esencial de la creación y de la vida kafkiana, señala precisamente, a través de la malla de la realidad, una realidad más alta".
"Lo que él decía —recuerda Brod— lo decía de una manera que con el correr de los años iría haciéndose más y más espontánea: era una valiosa expresión de su idiosincrasia totalmente peculiar, paciente, vitalista, irónicamente indulgente con las estupideces del mundo y, de allí, humorística, aunque sin descuidar jamás el meollo, lo indestructible de un asunto y, por lo tanto, apartada siempre de lo fatuo o cínico. Sí, así era él".
"Su lenguaje es claro como el cristal y en su superficie no se nota más que la aspiración de expresar el objeto correcto y nítidamente. Sin embargo, bajo el vivaz fuego de este límpido arroyo idiomático, fluyen sueños y visiones de profundidad insondable".
Max Brod
Checoslovaquia
1884-1968
"Biblioteca Gustavo Riccio"