La leva de la ira en la red
El experto en redes sociales, Marcelino Madrigal (@SoyMmadrigal), reflexiona sobre quién está detrás de los mensajes de odio online y sus motivaciones.
El Discurso de Odio en las Redes
DETRAS de la RED
Si algo he aprendido en la red es que determinadas cosas que conocemos en el “mundo off line” se manifiestan de forma aparentemente diferente en la red, pero estas no están tan lejos de lo que conocemos en las calles. Les pondré un ejemplo: la ira online.
Si bien es cierto que siempre existió en Internet el concepto del troll, la persona que insulta o acosa o molesta con cualquier tema y a cualquier persona simplemente por el placer de hacerlo, esto ha cambiado con la llegada de las redes sociales.
En cualquier escenario del ‘mundo real’ todos hemos asistido a alguna escena de ira y conviene diferenciarlas de lo que vemos online. Todos hemos visto, e incluso protagonizado, un enfado por cualquier cuestión.
Esos momentos en que nos enfadamos, estallamos, y pasado el momento, con menores o mayores consecuencias, nos vamos por donde hemos venido; o si reflexionamos nos disculpamos, o tomamos otras medidas más razonables.
Sin embargo, en la red existe otro tipo de ira: la del odio online. Ese grupo, que creo que todos podemos identificar, porque en algún momento nos hemos cruzado en su camino. Un camino en el que este tipo de actuaciones se perpetúan una y otra vez, durante las 24 horas del día. No es algo que se manifiesta por un motivo y ya está, es algo continuo.
El discurso anónimo de la ira online
Reflexionando sobre esos grupos, creo que estarán de acuerdo en que muchos de sus integrantes son anónimos. De hecho, es común que los consideremos cobardes y hablemos de ellos como personas que se esconden detrás de avatares y nombres falsos.
Pero pocas veces nos damos cuenta de que eso (esconderse) es un síntoma de debilidad. Cuando nos escondemos manifestamos cobardía. Somos pequeños, mezquinos, inseguros y nos sentimos vulnerables.
Pero esto nos hace perder el foco sobre algo que es mucho más importante que el quién odia. El porqué lo hace.
Esto es importante que lo recuerden: siempre hay una razón para que alguien malgaste tanto tiempo en un comportamiento así, cuando el tiempo es algo que no podemos recuperar.
Me refiero a que para todas estas personas esta actividad, sin un objetivo o un por qué, a la larga supone un derroche tan grande de nuestras vidas que, hasta ellos, los que se dedican a estas actividades, más tarde o más temprano se percatarán de ello. Por tanto, insisto, siempre hay un objetivo en ello. Siempre.
Mensajes de ira online y polarización
Quizás las causas están en la continua polarización a la que estamos sometidos. La división entre grupos produce siempre fricciones que se manifiestan en tensiones que lejos de intentar resolver, debatir y solucionar, producen algún tipo de violencia. Verbal, gestual o física.
Estas fronteras, muchas veces ficticias, en la red es más difícil crearlas. En el mundo real existe el espacio físico, las fronteras y la distancia. En Internet no. Eso se traduce en que la fricción es continua y no tiene mecanismo para atenuarse.
Supone formar dos bandos en el que uno es el afortunado -y se queja constantemente de las protestas y las molestias del otro bando- y otro el desafortunado -que a su vez ataca constantemente a su “enemigo” simplemente porque entiende que su identidad no es la del otro grupo-. El hecho de que un grupo culpe a otro de sus males finalmente lleva al odio mutuo.
Una de las diferencias entre el mundo donde existen las fronteras y la red es que con mayor o menor dificultad cualquiera puede expresarse. Y ya sabemos que no todos los utilizan por el lado más constructivo de algo tan poderoso, sino por el más destructivo.
Un mundo de ira sin fronteras online
Por tanto, si todos tenemos una herramienta así, la mayoría identifica a grupos como adversarios. Y si no existen barreras de seguridad, la batalla está servida todos los días.
Lo más peligroso de toda esta situación que no sabemos manejar es evidente: cualquiera que tenga recursos y una agenda con un objetivo claro utilizará la polarización y la división para generar este enfrentamiento. Empresas rivales. Grupos políticos diferentes. Grupos de interés a favor o en contra de cualquier tema. Todos lo usarán.
El odio se fabrica creando divisiones sociales y grupos aparentemente, o más evidentemente, enfrentados. Esto es un mecanismo muy poderoso para fidelizar a personas que apoyan la causa que queramos.
Se trata, por tanto, de una forma de crear fanáticos entregados al dictamen de cualquier interés, que gastarán cantidades ingentes de tiempo y esfuerzo en algo estéril en vez de intentar solucionar sus propios problemas. Y por supuesto en el paraguas de las redes sociales donde ya he comentado muchas veces que pasar tiempo usando sus plataformas se traduce debidamente en un buen balance de resultados.
Por tanto, la próxima vez que se crucen con este ejército de haters, en vez de entrar en un combate que no conduce a nada, y más bien beneficia a unos pocos, piensen que alguien que se dedica a esto 24 horas bastante tiene con una vida tan triste que para aliviarla debe descargar su ira sobre otros para darle algún sentido.
Nadie nace odiando. El odio se aprende. No caigan en la trampa.
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Marcelino Madrigal - (@SoyMmadrigal)
Experto en Redes Sociales
España
Publicado: https://www.newtral.es/opinion-discurso-ira-online-echo-marcelino-madrigal-redes-sciales/20210614/
"Biblioteca Gustavo Riccio"